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Preguntado por anon-27231 a Victor, Teresa, Nieves, Lucia, José Manuel, Carlos Andrés el 3 Nov 2018. Esta pregunta también fue realizada por anon-27552, anon-27238, anon-27360.
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Nieves Pavón Pulido contestada el 3 Nov 2018:
Pues cuando era pequeña me parecía fascinante lo que podían hacer los científicos, pero no consideraba que yo podría hacer ese tipo de trabajo. Entonces (en mi época de niña y adolescente no había Internet), así que pasaba bastante tiempo en la biblioteca mirando libros de todo tipo (Biología, Historia, Arte,…)
En el colegio se metían mucho conmigo porque era estudiosa, muy patosa, larguirucha y nada popular (desde luego en una peli americana nunca hubiera sido animadora). Sufrí lo que hoy llaman «bullying» y os aseguro que se pasa mal (pero se supera). Así que pasaba mucho tiempo sola en casa y solía jugar con una pizarra que tenía a que era maestra y tenía un montón de alumnos y alumnas imaginarios (todos ellos liliputienses). Ya sé, estáis pensando que es una locura. Jeje.
El caso es que ese juego infantil se ha convertido en la mitad de mi profesión y, a pesar de todo, incluso las cosas malas que me pasaron en el colegio e instituto me han ayudado a ser lo que soy hoy día.
¿Por qué Informática? Porque a través de la Informática se puede ayudar mucho en otros campos del saber. ¿Por qué Robótica? Porque es una forma de ayudar a las personas a tener una vida mejor si diseñamos los robots adecuados. Y ¿por qué no decirlo? Hacen falta ingenieros en el ámbito laboral y la tasa de paro es muy muy reducida.
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Carlos Andrés contestada el 3 Nov 2018:
Desde pequeño me gustaron cosas relacionadas con la investigación, como los dinosaurios, los extraterrestres, visitar otros planetas, etc., así que ya desde pequeño apuntaba maneras.
Sin embargo, pese a gustarme este tipo de cosas y otras frikadas (manga, anime, videojuegos, juegos de rol…) siempre fui un niño «normal», he practicado y practico mucho deporte, siendo capitán del equipo de fútbol incluso, mis notas eran normales, con baja nota en las asignaturas que me aburrían y buenas notas en las que me gustaban.
En la carrera sí comencé a sacar buenas notas, porque me gustaban mucho las asignaturas que daba, y cuando di asignaturas sobre el cerebro es cuando me decidí completamente por la investigación del cerebro.
Lo que quiero decir con esto es que nadie se piense que para ser científico hay que ser un «cerebrito». Dentro de la ciencia conozco a personas muy buenas investigando y cada una es diferente a las demás, desde «gamberros» en el cole al típico «cerebrito».
Eso sí, sea cual sea el trabajo que os guste, intentad sacar buenas notas, os facilitará mucho las cosas en el futuro, y el trabajo que no hagais ahora lo tendreis que hacer en el futuro para compensar. -
Victor Buendía Ruiz-Azuaga contestada el 3 Nov 2018:
Pues yo lo descubrí entre 3º y 4º de ESO, cuando empecé a dar física en el instituto. Además de las clases, que siempre me gustaron, una amiga me dejó un libro sobre la materia oscura y los misterios del Universo que me dejó totalmente fascinado.
Después de eso, creo que tuve totalmente claro que quería hacer física. -
José Manuel González Cava contestada el 4 Nov 2018:
Es una pregunta complicada…no te sabría decir una edad concreta. Desde pequeño siempre me han gustado muchos los juegos de pensar, los acertijos, los puzzles, y en general, los juegos de aplicar la lógica. En el Instituto descubrí que la ciencia, en concreto, matemáticas y física me gustaban más que el resto de asignaturas por el tipo de ejercicios que se planteaban. Cuando llegué a la Universidad, me gustaba intentar resolver retos complicados y estrujarme la cabeza antes de que el profesor me diera las soluciones. Con el paso del tiempo descubrí que una profesión relacionada con la investigación era un terreno muy completo que podía aportarme mucho en la parte de conocimiento, pero también una motivación extra que, personalmente, necesito en mi trabajo del día a día. En mi caso, mis propios gustos me fueron llevando a la investigación sin ser consciente de ello.
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Teresa Esteban Peñalba contestada el 6 Nov 2018:
Yo siempre he sido curiosa, y un poco pesada, la verdad. Siempre andaba por ahí preguntando. Sin embargo, en el colegio y en el instituto nunca se me ocurrió que podría dedicarme a investigar. Fue en la carrera de psicología cuando me di cuenta de que algo que me interesaba mucho era el cerebro. También en la carrera tuve la oportunidad para llevar a cabo una investigación, y me di cuenta de que no solo se me daba bien, sino que me gustaba. Cuando decidí hacer el máster no lo hice para poder hacer un doctorado, sino porque quería saber más. Y por último, cuando comencé mi estudio de doctorado lo hice porque el proyecto que me ofrecieron era precioso y combinaba el aspecto de investigación que me gustaba, y el trato con pacientes, que me gustaba todavía más. Resumiendo, a lo largo de los años he ido tomando caminos que cada vez me han ido acercando más a aquello que me gustaba. Ha sido algo bastante gradual en mi caso.
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Lucia Fernández Cardo contestada el 11 Nov 2018:
Pues desde peque siempre me gusto todo lo relacionado con la naturaleza y la ciencia, ya en el instituto sabía que quería estudiar biología y luego la vocación por la neurociencia vino al ir conociendo éste campo de la ciencia. Asi que lo que es descubrir mi vocación yo diría que cuando empecé la Carrera y fui estudiando difernetes asignaturas: genetic, microbiología, fisiología, antropología….tenía claro que la neurogenética era lo mio, aunque me apasiona muchísimo también la antropología! al final hice mi doctorado en genética de la enfermedad de Parkinson y eso es lo que consider el comienzo de mi Carrera científica.
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